La Guerra, consecuencias psicológicas que afectan a la mente infantil

23 septiembre 2015,   Categories: ,   By ,   0 Comments,  

La guerra es un verdadero desastre. Es provocada por el hombre y causa grandes sufrimientos a toda la sociedad. Afectando a la salud física y mental de la población.
A diario, provoca muertes y heridos. Casi la mitad de estos son niños. Según datos de UNICEF en la última década han muerto dos millones de niños; seis millones han quedado sin hogar; doce millones han resultado heridos o discapacitados y están contabilizados unos trescientos mil niños soldado que participan en conflictos armados en todo el mundo.
La guerra contamina y destruye el medio ambiente. Destroza infraestructuras, edificios, servicios, etc. Y se gane o pierda los daños para la población son enormes. Especialmente para los más vulnerables que son los niños. Están obligados a presenciar atrocidades, a cometer actos criminales o ser cómplices de ellos.

Los niños son especialmente sensibles a los traumas bélicos debido a su inmadurez física y emocional, son los que más sufren, por la violencia física, sexual y emocional a la que están expuestos. Los conflictos bélicos destrozan su infancia y se compromete seriamente su desarrollo psicoafectivo.

La UNICEF, en numerosos estudios, subraya que las consecuencias psicológicas en los niños/as son: agresividad, terror nocturno, ansiedad y depresión. Sufren tormentos psicológicos derivados de las situaciones traumáticas que conllevan las guerras.

Todo ello comporta una disminución de la autoestima, en momentos esenciales del crecimiento, y genera sentimientos de inferioridad, de odio y trastornos del sueño.
Los niños quedan privados del bien más preciado que pueden tener a su edad, la inocencia. Los juegos son substituidos por la lucha por la supervivencia.

Entre las consecuencias indirectas falta de escolaridad, ausencia médica por la destrucción de hospitales, escuelas y servicios básicos.

Pese a que el Derecho Internacional Humanitario y el fundamento de los Derechos Humanos garantizan una protección especial a los niños, demasiados son los niños que se encuentran envueltos en conflictos armados donde no se respetan estos derechos y sufren los traumas de las guerras.

Si bien nadie permanece inalterable a los eventos traumáticos de una guerra son los niños que aún están aprendiendo a modular las emociones y su agresividad, los más perjudicados y a los que se debe prestar la máxima atención a las secuelas psicológicas sobretodo en un ambiente posbélico.

José Manuel Romacho – Pilar Prat